Amanda y su baño de sol. Septiembre 2013. |
!Jab,
uper, jab! Tremendo encontronazo recibió el púgil cuando llegó al zaguán del
palomar y no guacheó a su Amanda. Tal
desazón lo llevó a buscar la cura para la inhumación que había sufrido. El
diagnóstico fue contundente:
Querido
luchador a pesar de haber esquivado los ganchos que sufrió su corazón, éste no
pudo soportar el embate provocado por la pérdida de aquellas que oxigenaban su
ring. Usted bajó la guardia y pasó por alto los puñetazos lanzados por su
contrincante. La exhumación de Amanda fue su nocaut mandándolo a la lona. Le
recomiendo salpimentar su vida con una pizca de mirra y caléndula, la herida,
sanará pronto.