“¡Hay tantas cosas que hacer, tantas cosas por escribir! Cuánto se necesita, incluso para empezar a dar cuenta de todo sin los frenos distorsionadores y los cuelgues como esas inhibiciones literarias y los miedos gramaticales…”
Jack Kerouac, On the Road.
La experiencia no tiene reglas que la ordenan. Todo lo que voy a escribir aquí es la forma de narrarme y asumirme, y lo hago por el simple gusto de compartirme y a la vez entenderme. Y sí, todavía hay tanto por probar, descubrir, encontrar, conocer, aprehender, tantas balas por disparar. ¿Bajo algún estilo? La asociación libre, sin censura; ése es, y será, mi género literario favorito.
Sé que un viaje, un amor (tal vez dos), un accidente, un baile, una nube rosa, dulce y esponjosa, todo ello, me va formando.
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| MET Museum, NYC, Noviembre 2011. |
Piso 86, Empire State:
-N: Look at the people down there.
-E: mmm. . .I don´t see any people…
Mi última toma de distancia, donde los tiempos pasaron rápido me hicieron sentir, abrumadoramente, diminuta.
Nueva York es un monstruo, uno enorme, magnífico, polifacético, hipnotizante; fácilmente puede seducirte y tragarte de un solo bocado. Al cabo de seis días (no es de extrañarse) uno marcha a su ritmo, sí, la Isla tiene uno único, y acelerado.
Las Niuyors y su gente son imparables, electrizantes, en realidad la diversidad de personajes me parecieron agotadoramente temibles. El choque y fusión de culturas es bárbaro, literal; en ella coexisten ecuatorianos, italianos, libaneses, chinos, mexicanos, la lista sería interminable. Creo que justo eso puede definir a la Isla, Nueva York da la impresión de ser perpetua, un sitio en constante expansión e innovación, sí, es un pedacito de tierra mágica, sin límites.
Inevitable no mantener un romance a larga distancia con sus paisajes, sus flujos de luces fluorescentes y sus excéntricos habitantes.
Seré la primera en comentar?
ResponderEliminarAplausos para mi querida Eve! Gracias por compartirte, por darnos un espacio más para reconocerte, ahora con tu blog.
Sobre Nueva York? Como tú, la experiencia vino a marcar mi vida. Lo que vemos en películas o en series no es nada cuando llegas ahí. Te impresiona lo grande, lo alta y a la vez lo accesible... su gente viene de todas partes y pareciera ir para todas partes. Brinda mucho si te dejas, seguramente quitaría mucho si así lo dispones... en mi caso fue todo lo espectacular que me imaginé y con gusto regresaría una y otra vez...
Me encantó la ilustración/pintura que pusiste... en el diálogo eres la E? Vi el cuadro como buscándote entre la multitud y te vi, ahí estás :)
Sin importar lo diminuto que somos... estamos. Gabriela
Mi Gabs! Qué gusto leerte también por acá, gracias por tomarte el tiempo y sobre todo también agradezco me compartas tus experiencias. En definitiva, Nueva York, marcó mi existencia. Justo la sensación de insignificancia me hizo valorar y sobre todo saborear a todo cuanto me rodea y toca. Y en verdad, parecía una geek cinéfila, si caminaba por el Empire State, echaba la mirada p´arriba tomaba la foto y mi cabeza decía "Ahí estuvo trepado el magnífico King Kong" Y los paseos por Central Park, pfffff, en definitiva mi lugar favorito. Por lo pronto, tengo pensado regresar en verano, me gustaría ver ahora las explosiones en verde de ese encantador lugar. En cuanto a los diálogos, eran dos pequeños niños que veían el mismo estruendoso atardecer, mi imaginación les puso nombre :P
ResponderEliminarGracias por estar Gabriela. Por acá seguimos.
Esa Eve por sin estuvimos esperando el primer post de tu nuevo Blog no nos ejes esperando mucho tiempo el segundo ni el tercero.
ResponderEliminarAlgún día estaré dándome mis vueltas por NY, City (devuelta) digo para acordarme de cuando era un escuincle que se congelaba de frio por esas calles, en mi caso la memoria no me alcanza para recordar aquela metropoli solo una camisa con mi foto que fue comprada en las ya inexistentes torres gemelas es lo que me dice que llegue a pisar la isla espero regresar por mas recuerdos a mi memoria